¿Alguna vez has logrado cocinar un plato suculento cuando pensabas que no tenías ingredientes?

Como inciso, lo primero que te quiero contar es que hay planteamientos que la IA todavía no sabe cómo afrontar. Igual mañana sí.

Aunque debo reconocer que la herramienta Redactalo.ai de Marc Jardí se ha acercado bastante.

A lo que voy.

Un día festivo en el que me confíe y, a la hora de preparar la comida las tiendas estaban cerradas…

(lo cual me parece estupendo, porque un festivo es para que las personas estén con la familia y no pasando latas de conserva por el lector óptico)

…tuve que improvisar para darles de comer a los churumbeles.

OMG!!!!!

¿Qué será de nosotros sin comida en casa?

Y con sólo abrir el primer cajoncito casi vacío del congelador, vi unas tiras de pimiento rojo, un brick a medias de Orlando, dos salchichas y una bolsa de judías verdes con la goma rota.

En el armario de los tápers, un poco de arroz SOS -muy adecuado para la ocasión- y unas pastillas de caldo Maggi.

Pues ya lo tenemos, con un chorro del puro de oliva vírgen extra y pizca de sal nos ventilamos un estupendo arroz al que no le faltó su socarradito del fondo.

Hasta el último grano.

Y vender es lo mismo.

Cuando crees que no puedes porque te falta de todo, ahí están tus recursos guardados como oro en paño para darlo todo cuando la ocasión lo requiere.

Porque lo importante es lo que sabes, la formación que tienes, tu bagaje comercial, tablas y mil horas de vuelo.

Aunque también te digo.

Si en el congelador hubiera tenido un buen bogavante, fumet de pescado y chipirones, mucho mejor me hubiera ido.

Y vender es lo mismo.

Cuanto mejor fondo tengas mejor te irá.

Esto es para todos, comenzando por mí.